miércoles, 23 de julio de 2008

Quizás era necesario

Ya tiempo había transcurrido de esa relación, pero obviamente después de años, quedaron huellas (materiales y no materiales) de tanto transcurrido juntos… era una hermosa inicial, marcada con estrases que ella decidió no colgarla sobre su cuello, pero sí sobre el señalador de su agenda. Estuvo ahí esa inicial posada, hasta que se dio cuenta que se iba resbalando (así como se escapó de las manos de ambos la relación amorosa), razón por la cual decidió sacarla y ponerla en el bolsillo de su cartera (que obviamente hacía juego con sus zapatos, botas más precisamente) antes de entrar con la agenda en su mano a una entrevista, por temor a perderla.
Transcurrieron los días y la ex novia se acordó que sería mejor sacarla del bolsillo en el cual se había olvidado el recuerdo y aferrarla mejor (utilizando sus pocas habilidades para la costura) para conservarla en el mismo lugar donde estaba, y del que había decidido sacarla para no extraviarla. Algo había sucedido…probablemente en la agenda se hubiera perdido, pero en el bolsillo pasó lo mismo… casualidad o destino?
Tratándole de sacar jugo al asunto, pensó que quizá, fue necesario haber desterrado ese regalo forzosamente ya que hay huellas que se van (o deben irse), aunque hay otras que quedan, y yo diría que por suerte, ya que (se supone), que también estas últimas inscriben algo del orden de la moraleja.

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