viernes, 20 de noviembre de 2009

Justicia!!!!!!!!!!!!

Adolescencia en Emergencia

Los inspectores del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires son muy eficientes en su función. Quizás la tragedia de Cromagnon los haya sensibilizado. Nos consta que ante cualquier anomalía su intervención tiene consecuencias: multa o directamente la clausura del local, ya sea de esparcimiento u otros servicios. No escapan a estas medidas los edificios particulares que se encuentran en infracción. Pero bien vale el refrán: “es más fácil ver la paja en el ojo ajeno”.
Somos trabajadores de la Unidad de Adolescencia del Hospital de Emergencias Psiquiátricas T. de Alvear. Hace aproximadamente 3 años que realizamos nuestra función en condiciones deplorables debido a la detención de las obras de construcción de un nuevo edificio destinado a la atención de jóvenes con padecimientos mentales.
Las carencias del ámbito en el que trabajamos, y que invitamos a constatar, no sólo nos afectan a los trabajadores de la salud, sino principalmente a los jóvenes que concurren a este Hospital para su recuperación. Los pacientes internados conviven en condiciones de hacinamiento y falta de intimidad, que distan mucho de resultar aptas para dar respuesta a la creciente demanda de asistencia y contención para los adolescentes en riesgo.
Esta situación ya fue expuesta formalmente ante las autoridades del Hospital, siguiendo la vía jerárquica correspondiente. Incluso existe un fallo judicial favorable luego de un recurso de Amparo presentado en el año 2007 (Expte n° 17091/0), que obliga la continuación de las obras iniciadas. Sin embargo, las autoridades del GCBA aun no han respetado este fallo, y se nos ha informado que no hay recursos económicos disponibles.
Mientras tanto, continuamos ejerciendo nuestra labor cotidiana, inmersos en esta situación inadmisible por los riesgos que implica, a la vez que presenciamos el ensanchamiento de las veredas de Palermo Hollywood, el embellecimiento de avenidas con canteros y la instalación de reposeras en las plazas. Todo muy bien, pero un Gobierno sensato debe considerar prioridades y tender a evitar la vulneración de los derechos fundamentales de los ciudadanos donde sea que esto ocurra.
Consideramos el derecho a la Salud Pública como un derecho fundamental de todos los ciudadanos, que debe brindarse en un ámbito digno, con condiciones ambientales adecuadas tanto para los pacientes como para los profesionales.
Acordamos con la prevención y el control de las irregularidades de particulares que pueden desembocar en situaciones penosas para que no se repitan. Pero sería un acto de responsabilidad comenzar por casa… aunque aquí no se recaude.

Profesionales de Salud Mental de la Unidad de Adolescencia del HEPTA