viernes, 28 de noviembre de 2008

Espontaneidad



Esa que a uno le sale tan fácil y que controla tanto antes de que domine su ser,
esa que se añora y a la vez se critica...
esa que ayuda y a la vez perjudica.
Me vienen a la cabeza frases que he pronunciado bastante como:
"más vale arrepentirse de lo que uno hizo y no de lo que no hizo" o una que leí ayer archivando en la oficina: "Me duele hoy lo q ayer hice mal, pero también lo q no hice".
Hoy en día y dependiendo del día, de lo producido y de mi estado de ánimo, sigo preguntándome por el qué está bien y el qué está mal; añoro poder dejarme fluir sin que el cuchillo de la culpa o duda me apuñale, añoro que las cosas me salgan algún día como las soñé o no pretendiendo tanto, pero que salgan sin haberlas soñado, sin haberme torturado...
Así de espontánea que soy, antes de irme empecé a escribir con la espontaneidad al 100 % sin releer siquiera lo que están tipeando mis dedos.
Conclusión: no se qué está bien o qué está mal, solo de cabeza dura la espontaneidad me gana, y las consecuencias se esperan...
Tampoco nadie responde a eso, pero él, ese hermoso animal gris me miraba simulando entenderme y me soportaba mientras lo ahumaba sentada en la escalera con ese Lucky en mano.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Esos domingos...


No se si escribir de "esos famosos domingos" como si fueran especiales, o mejor generalizarlo en "los domingos", esos que son un tanto ambivalentes como vaaariaasss cosas en la vida, esas cosas las cuales cuestionamos y a las cuales no encontramos respuestas satisfactorias o al menos tranquilizadoras...
Luego de una semana agotadora, con alguna que otra sorpresa gratificadora y de distracción, llega el finde... uno comienza el viernes de otra manera y trata de aprovecharlo al máximo y en mi caso este fue especial, ya que planeé el gran proyecto de quedarme a descansar después de trabajar sin parar, aunque el cobro no sea proporcional al esfuerzo; llega el sábado y fue el día en que nos disponemos a festejar cumples, hablar con amigas y ponernos al día (con pucho en mano en el jardín) con gente que sabe de nuestras vidas mucho, pero no tuvimos oportunidad de contar detalles ni hacerles la mímica de lo que vivimos en la semana, personalmente. Así que con una amiga muy especial (la pueden observar en la foto)charlamos y charlamos, festejamos el cumple de mi adorada prima y hoy llegó ese día: ese domingo en el cual te levantás y depende tu estado de ánimo (que no suele ser el mejor estos días en nuestro caso) comenzás a pensar en que es un día un tanto bajón, por más de ser el día que debería gustarnos porque se aprovecha para descansar...
Así fue como le pusimos onda, nos olvidamos un tanto del estudio: se lloró, se rió, se mateó, su fumó, pero vimos que hay una mínima posibilidad de transformar el día y la máscara de ese domingo medio melanco que nos hace acordar cómo los aprovechábamos antes en otros estados de nuestras vidas, o nos hace anhelar pasarlo actualmente pero aún eso no sucede...

Bueno, así son estos días particulares, no??
Va cayendo el sol y este día ameritó mi inspiración para escribir...
Me puse a pensar en que si hay relaciones ambivalentes ya desde el punto 0, desde el punto del caos, desde que Eros y Thánatos se juntan... por qué no nos iba a producir los mismos sentimientos un domingo??


pd: esto fue totalmente espontáneo y no releído pero lo tengo que publicar antes de que el sol caiga más, así que sepan disculpar los errores... viene a ser algo así como casero jaja
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miércoles, 19 de noviembre de 2008

Nuevas etapas...





Es increíble cómo pasa el tiempo! Esta frase trillada se comprueba cuando nos toca de cerca...
El viernes tuve la oportunidad de comprobarlo una vez más cuando tuve el acto de colación, la jura del tan costoso título que obtuve en diciembre del año pasado.
Gente que estaba en esa época y ahora no, alegría, nostalgia, recuerdos, caminatas por los pasillos y bares aledaños a la facu que hoy no frecuento, ver más seguido a mis amigos: qué mezcla de emociones! pensar que uno a veces se cansa de transitar ese camino rutinario y hoy que no lo tiene lo extraña.



Por ese diciembre corría (además de mucho calor) la gran ansiedad por dejar de ser "alumna" para conertise en "profesional". Era increíble ver el nombre de uno antepuesto por un "Licenciada": tarjetas, biromes, papeles con mi identidad (esa que tanto había costado obtener) me rodeaban. Mis afectos me esperaban para festejar con huevos, vinagre, salsa y mostaza ese triunfo mío. Mensajes de personas que se interesaban por mí (o al menos lo disimulaban) llegaban al celu. El festejo con amigos llegaría esa noche...

Llegó Noviembre de este año y me encontró posicionada distinta (y con dos diplomas: título y diploma de honor) a lo que estaba en aquel momento. Supuestamente ya realizada, trabajando y si antes era la preocupación rendir y tener pacientes en un hospital, hoy lo es estar atendiéndolos bien y poder disfrutar sin tensiones los logros obtenidos, cosa que no es nada fácil y que aún no puedo hacer...




Viendo las cosas a la distancia, creo que era mucho menos preocupante tirarme abajo pensando en que no entendía alguna hoja de uno de los tantos libros que estudié, que pensar en la linda, pero complicada preocupación de resaltar en este camino profesional y valorar las cosas que tengo ahora sin fijarme en la falta, ni querer saltar etapas... en definitiva cuando tengo alguna de las cosas que quiro, quiero más y cuando no las tengo las vivo como fracaso.
Absolutamente, eso de vivir el hoy y valorarlo, es una tarea ardua y para construir día a día.

jueves, 6 de noviembre de 2008


Esa luz
La comencé a vislumbrar: me distraía, me perseguía… por momentos variaba y generaba ansiedad, ceguera, perturbaciones. Con el tiempo esa luz cambió sus colores, percibí otras tonalidades y descubrí que ella puede secar las lágrimas, alumbrar en las tinieblas, aclarar el camino, evitar los tropiezos y quizá señalarme el camino de la felicidad (y para darse cuenta de esto, entre terapias y repeticiones, personas que comienzan a ser importantes aportaron su rayo). Quiero encontrar ese camino y, sospecho que para eso, ya estoy posicionada de otra manera y dispuesta a agarrar una mano para hacer el camino más ameno.