lunes, 31 de mayo de 2010

Era el momento de seguir replanteándose

El corazón se le salía por la boca,
El frío la penetraba y las preguntas le venían a la cabeza.
No podía aguantar al tiempo, por otra parte eso era necesario para seguir conociéndose.
Ya no se tenía que confundir y tenía q ir descubriendo lo que quería.
Evidentemente esto la había tocado, evidentemente tenía ganas de escuchar y pelearla…
Sola no podía, y cuando la pelota había quedado de su lado… o al menos podía jugar con la que quedaba de su lado tratando de no mirar lo que hacía el otro, no sabía en el momento qué hacer con ella, pero sí confiaba más, habiendo dicho todo, y siendo ella en ese momento, confiando en poder seguir siéndolo…

miércoles, 26 de mayo de 2010

Los puentes de Madison



Los puentes de Madison

Luego de haber dormido un poco y devanarse los sesos pensando en qué pasaba por la cabeza de los demás, se dispuso a tomar un descanso y a poner en “pausa” se cerebro…
Su psicoanalista le había dicho, que más allá de los otros, analice las cosas desde uno, ella se preguntó: “qué sería más fácil? Analizar echando las culpas a otro? Enojarse con uno, o con el otro? Decir lo que uno siente, o callarse?”. Eran demasiadas preguntas con complicadas respuestas; pero habíamos dicho que ella se propuso descansar por unas horas e intentar no pensar. Luego de hablar con amigas, de recibir diversos mensajes de texto y aún sin saber qué quería de su vida (o sí, pero a no poderlo actuar), comenzó a ver una película… encima de amor! Orientada en época y con una actriz a la que ella adoraba, se inmiscuyó en ese film y en esa historia de amor.
Cómo se jugó esa mujer por ese fotógrafo! Cómo siguió su impulso! Aunque: era para felicitar eso? Está bueno seguir el impulso? Cuándo sí y cuándo no?
A veces le había ido mal siendo tan impulsiva, su carácter fuerte le había jugado en contra, en otras ocasiones y una muy cercana, su analista le había recomendado seguirlo y la hizo pensar qué hubiese pasado, si en determinada ocasión ella hubiese dicho lo que pensaba… pero es tan difícil!
Hay circunstancias, personas, momentos, en los cuales uno desea hablar o actuar y pareciese que las palabras no salen de la boca de uno, o las partes del cuerpo se adormecieran. No se puede pretender que el otro tenga la bola mágica, nos de un golpe para despertarnos o nos lea los ojos para saber qué nos pasa…
Esta historia, tuvo un final que muchas veces pasa en la vida real: ella decidió quedarse en su casa, y dejar ir a su amor… era su amor? Era la persona que la sacó del letargo? Dejó ir al “amor de su vida”? En fin… no dejaba de ser una película, pero depositar todo en el destino, en la suerte o en nuestros terapeutas, hace a veces que uno no accione, no vea su deseo, o si lo ve, que no haga nada para perseguirlo…Si había trabajado tanto para conseguir lo que quería en otros aspectos, seguiría trabajando para que todo “no quede en la nada” porque se dio cuenta que esa “nada” dependía de ella también…
Al otro día, y luego de una tarde con sus amigas, salió más contenta y se sintió más entendida. Su madre le preguntó: “todavía haciendo bicicleta, hasta dónde fuiste ya?”. Ella automáticamente dijo: “a ningún lado, como siempre” Pero también al instante, se dio cuenta que eso dependía de ella, y que en muchas cosas había accionado y se la había jugado o planeaba hacerlo… Al fin y al cabo, su conciencia quedaría tranquila, su deseo más cerca y podía hacer que lo único fijo y que quedara en ese lugar fuese la bici, y su vida “avance”. Quería encontrar "su" puente, y atraversarlo, sin miedo...