Ya no estás solo

Cuando la soledad ataca,
cuando las pesadillas aparecen,
cuando aún los sueños aterran:
puedes encontrar a alguien.

Expresar tus miedos,
narrar tu historia
confesar tu hermetismo,
es el primer paso.

Sonreir pidiendo ayuda, incluso llorar para hacerlo,
hablar de tus penumbras como pasado (aunque aceptarlas si las vives como presente)
sugerir que te ha sido fructífera tu catarsis,
demuestra, que ya no estás solo...

Padecimientos matizados

Cargar sobre tus espaldas, cintura y cuello las tensiones acarreadas desde hace ya años y años,no es tarea agradable...
La verdad uno se pregunta si el origen de todo esto es netamente orgánico y/o psicológico: ¿es por preocuparse por todo?, ¿es por ser extremadamente sensible?, ¿es por ser fuerte (mirándolo desde una óptica positiva y pensando que podría tener algo peor)? o ¿es simplemente por ser una tonta y no hacerle caso a varias personas que piensan que la postura más cómoda es la no-involucración?
Como escucho diariamente y creo conocer aunque aconsejar bastante sobre esto, las sensaciones son varias: desesperación,angustia, bronca y ganas de llorar hasta que tus lágrimas cesen o la congoja te deje libre el cuerpo. No viene mal recordar la tan famosa frase: "en casa de herrero... cuchillo de palo"
No es tarea fácil transitar el camino de la rutina, las decepciones, las situaciones fraudulentas.
La vida en sí no es fácil, pero aceptando el problema, mis estructuras se vieron destruídas, mis pensamientos negativos tajados y la idea de "no hacer inferencia arbitraria" surgió en mi cabeza, se metió mágicamente en ella y me convenció de que esto puede ser así...
Mi corazón se vio mejorado,
mis sonrisas ampliadas,
mis ganas de vivir aumentadas,
mi voluntad para amar resurgentes y firmes
y una mano sosteniendo la luz en mi camino, presente...
En fin, al mal tiempo buena cara, las esperanzas son lo último que se pierden, pero creo que es posible que nuestros padecimientos sean matizados.