sábado, 6 de marzo de 2010

Es inexplicable el dolor que se siente,
el mundo se derrumba,
el dolor no te deja respirar,
el llanto inunda,
la pena abunda.

Se caen los ladrillos,
el encierro se hace notable,
las calles son oscuras,
tu rumbo incierto,
por momentos excesivamente…

Por qué? Esta pregunta se hace eterna.
Hasta cuándo? (esta otro tanto)
Era necesario?
Así se aprende?
No lo se… pero así se sufre
Soy yo?

Te sentís sola, extremadamente;
reconocés que podés llegar a ser vos, pero un tanto… otro tanto los demás.
Nadie puede ponerse en tu lugar.
Lamentablemente hay que pasarla sola… más sola que nunca,
en el medio de las penumbras,
sin luz que vislumbrar…

2 comentarios:

José Delgado dijo...

Hay tristeza en tus palabras vale. Últimamente vengo pensando mucho en eso de que las cosas y su antítesis conviven siempre, que nunca hay algo que no tenga su contracara. Nunca hay algo que sea totalmente bueno, o totalmente malo, solo deja entrever mas o menos de una de estas dos máscaras. Hoy estas triste, pero también hay felicidad en vos, y no estás sola, a menos que vos lo elijas.

VALE dijo...

Amigo:
lo se y no tengo palabras para agradecer lo que hace toda este gente que quiero por mí (obvio que te incluye).
Es posible vislumbrar algo de felicidad, y ponerse a analizar esas máscaras, y dejar de usar la que a uno no le gusta.

Beso enormeeeeeeeeee